La opinión generalizada que se desprende del corpus de entrevistas analizado es que los vecinos que habitan los alrededores tienen una opinión desfavorable sobre el barrio, tanto que uno de los vecinos dice que piensan que dese Santa Rosa salen los delincuentes que roban en sus casas.

Un vecino sostiene que algunas personas que no viven en el barrio, se expresan sobre él con palabras que encierran un preconcepto “villa” y “casa para mantenidos”. Cree que automáticamente asocian la palabra “villa” a un calificativo que describe un lugar poco confiable, peligroso y poblado por delincuentes. Considera que esta calificación es errónea porque él está pagando por su casa y que Santa Rosa es un barrio como cualquier otro. Una de las entrevistadas refiere que cuando buscaba una escuela donde inscribir a sus hijos, tuvo muchos problemas ya que fueron rechazados y sintió que los discriminaban al ser tratados como “villeros” según sus propias palabras.

El relato de los entrevistados se unifica a la hora de expresar su pensamiento, la mayoría cree que el barrio es considerado peligroso y quienes no viven en Santa Rosa ni siquiera se animan a entrar fundamentalmente porque tienen miedo. Varios vecinos coinciden en esta apreciación y sus relatos concuerdan en señalar que en distintas oportunidades vivieron episodios en los que alguna persona se negara a ingresar a Santa Rosa, por temor a sufrir un robo. Así uno de ellos cuenta que ya no quieren ingresar los cobradores ni los vendedores, tampoco quienes realizan entregas de mercaderías a domicilio de compras efectuadas en comercios. También tienen problemas con los remises, que se niegan a realizar los viajes o condicionan su servicio a ciertas partes del barrio, un entrevistado ubica esta zona que aparentemente es considerada más peligrosa detrás de la escuela. Un vecino recuerda que en el pasado hirieron a un inspector de ómnibus y hubo problemas porque no querían seguir circulando por el barrio.

Como ejemplo de la opinión que tienen del barrio y las actitudes prejuiciosas que toman en consecuencia algunas personas, dos entrevistados reproducen diálogos que sostuvieron con empleados de distintas empresas. En un caso el vecino intentó realizar la compra de un electrodoméstico en cuotas (Caso I), en el otro fue un pedido realizado a la empresa que brinda el servicio de telefonía satelital (Caso II).

En defensa del barrio, algunos vecinos refirieron que es un lugar tranquilo, de gente de familia y trabajadora y que por la acción de los vecinos que realizaron denuncias reiteradas, la policía fue retirando del barrio a las personas que cometían los hechos ilícitos y que en ocasiones quienes roban dentro de Santa Rosa, provienen de otros barrios.

Sin embargo, los entrevistados en el barrio, no manifestaron hechos por los cuales se sintieran discriminados por registrar domicilio en Santa Rosa, por el contrario expresaron que no tuvieron inconvenientes a nivel laboral.

Se presentaron casos de vecinos que al ser consultados sobre los inconvenientes que pudieron padecer por vivir en el barrio, retoman la cuestión de las dificultades que les ocasiona la combinación entre la falta de medios de transporte público de pasajeros y la ubicación alejada de los centros urbanos y comerciales. Así nuevamente se relevaron testimonios que hacen notar los problemas de movilización que tienen y las dificultades sobre todo para llegar a los lugares de trabajo. Cuenta un entrevistado que durante un tiempo contaban con un servicio irregular de transporte que los trasladaba directamente hasta la Plaza de la Constitución de la C.A.B.A., sitio de concentración de diferentes medios públicos de locomoción (trenes, subterráneo y colectivos) que conectan a cualquier otro punto de la ciudad. Un conflicto con la empresa responsable del servicio de la única línea que ingresa al barrio, terminó con este medio alternativo, aunque ilegal, de movilización.

Los problemas de conectividad del barrio se profundizan si tomamos en consideración otro inconveniente señalado por algunos vecinos entrevistados, la negativa de ambulancias y remises a ingresar porque lo consideran un lugar peligroso. Un vecino relata que en una ocasión para que atendieran a su esposa, llamó cinco veces a una ambulancia, también llamó una vecina pero no tuvieron respuesta, la ambulancia nunca llegó.

Con relación a los remises cuentan que hay antecedentes de robos a remises y lo consideran “zona roja”. Una vecina relata que por este motivo la dejaron en la entrada del barrio un día de tormenta fuerte, aún sabiendo que estaba embarazada, por lo que debió caminar bajo la lluvia y por el barro hasta su vivienda, recuerda que también le dijo el chofer que temía romper su vehículo por el estado de las calles. Sabiendo que llegado el momento del parto puede necesitar un servicio, es que obtuvo en una agencia cercana, un código de cliente para poder solicitar un vehículo que ingrese a buscarla, esta es la única forma en la que, sólo unos pocos choferes de la zona y que conocen el lugar, entran a buscar pasajeros.

Según uno de los entrevistados estos inconvenientes son el producto de una cadena de falencias del barrio, menciona la inseguridad, la falta de medios de transporte en calidad y diversidad de líneas que cubran distintos recorridos, el estado de las calles y la escasez de arterias asfaltadas.

Por último, una vecina cuenta en su entrevista, que existe un rumor que indicaría que en el colegio de régimen privado que se encuentra ubicado en las cercanías de la entrada al barrio, les niegan el ingreso a los niños provenientes de Santa Rosa.

Los testimonios relevados en las entrevistas con relación a las expectativas sobre el futuro de sus hijos tienen puntos en común, quieren que sus hijos puedan tener sus propias viviendas, que puedan tener buenos trabajos y que su progreso en la vida sea superior al que alcanzaron sus padres. Es relevante también señalar la importancia que los padres le confieren a la educación. Consideran que el estudio es un camino fundamental para incrementar las opciones en el futuro y le otorgan la entidad de brindarles la posibilidad menos sacrificado que el que ellos tienen y mejor remunerado.

Con relación al deseo de permanencia o no de su descendencia en el barrio las opiniones de los entrevistados se dividen, algunos desean que continúen viviendo en Santa Rosa o que en todo caso es una decisión que deben tomar ellos. Algunos de los entrevistados que integran este grupo desean que sus hijos y nietos crezcan en el barrio porque les gusta y además porque de esta forma conocerían el lugar en el que crecieron. De todas formas manifestaron que desean que el barrio cambié para mejor.

Otros vecinos que respondieron la entrevista en cambio preferirían que sus hijos abandonen el barrio, una de las razones que más se repitió en los relatos para justificar su posición, es la preocupación constante por el aumento de la venta y el consumo de drogas en el barrio, desean que crezcan en un lugar donde esta problemática aún no se hubiera instalado. Agregan que suceden “cosas malas en la calle” sin especificar a qué se refieren concretamente pero saben que no es lo que desean que vivan sus hijos. Uno de ellos considera que lo más importante es el entorno y que cambiar de barrio no garantiza nada.